sábado, 20 de agosto de 2011

El razonamiento cortado verde

Las internas desarrolladas el pasado 14 de agosto dejaron muchas cosas sobre las cuales reflexionar, algunas de ellas derivaron en razonamientos complejos y profundos que recorren con un minucioso análisis desde el comienzo del suceso hasta sus hipotéticas y posibles formas de desentrañamiento en la realidad cuando se brinden en octubre las elecciones definitivas. Claro está que la facticidad es la que tiene la última carta aunque pese a la posibilidad de que los resultados se reviertan como señaló Mariano Grondona quién llamativamente sigue siendo escuchado, la mayoría de las cartas de la realidad están jugadas y los ases los tiene casi todos el oficialismo.
Así se fueron desenvolviendo lecturas minuciosas de lo acontecido en las urnas, el milagro de la izquierda, el desastre de Carrió, el proyecto de Movimiento Sur que nunca dejo de ser proyecto, la sorpresa de Binner, un segundo puesto compartido que tiene olor a nada para los dos que lo comparten. Los discursos, algunos patéticos, otros brillantes. Algunos en busca de concenso y armonía, otros que hicieron recordar épocas oscuras mientras duele el hecho de que sigan existiendo.
Principalmente, las elecciones dejaron festejos. Rodriguez Saá por haber ganado en San Luis, Alfonsín no se sabe porqué, Binner (quizás el único de estos con motivo) por haber dado una sorpresa que ilusiona y un precandidato a vicepresidente que siendo ministro de economía de la nación se desajustó la corbata y saltó junto a los pibes, dicen que esos son los que más les dieron votos… y mirando para los otros costados uno piensa que debe ser verdad.
Pero estas elecciones no sólo dejaron reflexiones de las que van a fondo y revuelven todas las opciones e imaginan los panoramas posibles. Las primarias del pasado domingo 14 de agosto tuvieron la particularidad de generar una especie de polarización, no al estilo de Perú donde se era de Fujimori o Humala al estilo de o con él o conmigo, blanco o negro. El contundente triunfo de Cristina en las elecciones produjo un rechazo desde el amplio porcentaje de población que no la votó, no se sabe bien que se rechaza ni que se acepta de este gobierno, solo que no sirve, y esta falta de profundidad en el rechazo genera un problema en vistas de ver que se acepta y el lugar donde juntar fuerzas para contrarestar un oficialismo que es resistido, por la mayoría de la prensa y por gran parte de la población parece la utopía de Galeano que a cada paso se aleja, solo que los que transitan este camino no saben ni con quién ni para donde caminar, parece irrisorio (y lejano) que un alfonsinista (radical) acuerde con un duhaldista (peronista de derecha) o con Binner (socialista)
Esta decepción al ver que la mitad del país votó un gobierno al que no aceptan se cristalizó en lo que llamaría “la reflexión cortada verde”, personas que esbozan (en muchos casos repiten) análisis que se quedan en el primer paso de la deliberación y producen quejas por los piquetes sin la observación que los participes lo hacen por el hambre que viven en sus provincias y por tierras que les han sido robadas por empresas multinacionales y magnates sojeros. Este argumento tiene la particularidad de que si el sujeto que la expresa experimenta una situación similar al piquetero, siendo pasivo de un acto delictivo cualquiera a mano de un “morocho que corta rutas y recibe subsidio del estado” la policía (la misma que debe reprimir a “los otros” que han sido privados de posesiones más elementales como son tierra y alimento) los debe escuchar. Esa es la función que el razonamiento cortado verde les exige a las fuerzas de seguridad para Dejarlos a salvo (a los sujetos que practican este tipo de razonamiento) de las consecuencias de un mundo donde más de un 20% de su población se encuentra debajo de la línea de la pobreza (cifras de la ONU que se quedan cortas si se mira atento la realidad) y donde quienes reclaman desde los sectores más desprotegidos son “acallados” por fuerzas “públicas” sujetas al mando de políticos que atienden intereses privados de quellos gigantes grupos de podr que manejan los hilos de un capitalismo que hace rato perdió la vía.
El razonamiento cortado verdes es aquel que no madura, que se queda en la primera instancia del raciocinio. Que se queja de que existan vagos a los que se regale casa, comida, plan de ayuda, etc. Pero no observa que a muchos de los que razonan de esta manera (cortada verde) la vida le regaló esas cosas por haber tenido la suerte de haber nacido en una familia acomodada (pido perdón por esa suerte que me tocó y me hago cargo de mi vagueza al haber sido ayudado por mis padres). El argumento cortado verde niega la ayuda del estado cuando los padres no pueden ayudar pero permite que la persona que lo padece disfrute sin obligaciones la ayuda recibida por su familia, pese a que la educación (tanto pública como privada) es pagada por todo el pueblo, incluso por aquellos que no pueden ni podrán acceder. El argumento cortado verde niega la moneda al que pide en la calle “porque a mí no me regalaron nada”, sin ir más allá y percatarse de que a ese que pide le robaron monedas con el impuesto del IVA cuando fue a comprar leche, carne vino o fernet para pagar sueldos de docentes que nunca le enseñaran, rutas que no tomará para vacacionar, etc.
El razonamiento cortado verde es como una fruta que no madura y por ello no cae del árbol del pensamiento a la tierra dura de la realidad. El argumento cortado verde le hace a la persona quejarse de las cantidades de subsidios y planes para los que viven una difícil situación económica pero no deja ver más allá de eso y mientras en Europa comprarse una casa es muy difícil y al segundo inmueble el estado cae con los tapones de punta aumentando impuestos debido a la posibilidad de pago del que tiene dos hogares, en Rio Cuarto y la zona miles de familias y personas tienen su casita de veraneo y fin de semana pagando un impuesto como el de cualquier otro ciudadano de la localidad (y siendo nuevamente culpable de la buena suerte pido disculpas, otra vez. Tendrían que ser más).
El razonamiento cortado verde padece un alto nivel de astigmatismo, por eso le cuesta mirar a lo lejos y produce quejas por la asignación universal por hijo sin ver más lejos en el tiempo y entender que ese chico y su padre son fruto de generaciones de marginalidad social, el argumento cortado verde no tiene en cuenta que el magro monto de 220 pesos se da en la mayoría de las ocasiones a personas cuyos padres, abuelos, bisabuelos, etc. se les ha negado hasta la comida y que el nacimiento del pibe que recibe la ayuda es fruto de generaciones de pobreza y exclusión, quizás de varios que no fueron ayudados.
El argumento cortado verde encierra lo facho de frases como “los pobres son pobres porque quieren” cuando hay pibes que no pueden ni pensar y menos ir a la escuela porque sus primeros años no tuvieron para comer. (Seguro que cuando nacieron no querían ser pobres. ¿Quién querría nacer en una familia que no tenga techo ni para dar de comer y restrinja el futuro de la vida a trabajo físico u ladrón?)
El razonamiento cortado verde no crece ni madura, nunca produce frutos y termina por estancarse en una solución tomada a mitad de camino y con la mitad de la respuesta. Se dice no a un partido pero no se dice si a nadie y si se esboza un sí es por no dar el sí al otro.
Este razonamiento se encuentra perdido desde el resultado de las primarias del 14 de agosto, pero es bueno que se haya perdido, ahora podrá madurar y caer al plano de la realidad, decida lo que decida la cuestión es que las conclusiones no sean tomadas antes de todos los hechos o viendo solo uno de la cadena. El razonamiento cortado verde hoy se encuentra perdido entre un radicalismo que quiere hacer resucitar la figura de un líder perdido, un peronismo de derecha cuyo discurso hace acordar a una de las épocas más oscuras del país y un frente amplio que aparece como la opción más seria y de más despegue que el domingo sacó un cuarto puesto que pareció y hasta olió como segundo.
Este razonamiento cortado verde no solo debe terminar su camino sino volverlo a comenzar, enumerar las razones de ese NO rotundo a Cristina, seguro hay muchas pero capaz muchas fueron repetidas de memoria y eso no sirve, la repetición de lo que dicen otros nunca sirve. La memoria, contrario a lo que dice Neudstadt, sirve y mucho y hasta quizás nos puede salvar si la usamos bien y miramos hacia atrás, bien atrás. Desde la democracia, desde el 83`, observemos las caras y escuchemos las voces de los políticos y de los periodistas que no han cambiado mucho, las propuestas y su práctica tampoco. Ojalá desde allá atrás, desde esos días en que empezamos a caminar una democracia que hoy parece ya trota hagamos nacer nuestro razonamiento y miremos a futuro y a los costados también. Quizás así nuestras palabras no sean la repetición de lo que dice otro, quizás así nuestras acciones y palabras no sean fruto de un razonamiento cortado verde.

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