jueves, 16 de julio de 2009

No me jodan con la objetividad

Me he cansado de oír la estupidez de calificar con objetividad a los sucesos, cosa que en la realidad no pasa nunca. Raro es que las calificaciones objetivas son profesadas y paralelamente no practicadas por los medios de comunicación, políticos y personas que con sus publicaciones y observaciones provocan grandes repercusiones en la sociedad.
Así que me puse a recordar unos cuantos sucesos semejantes y ver cómo la mirada “objetiva “de los medios, historiadores, y políticos califican estos hechos, separándose obviamente de sus inclinaciones ideológicas.
Bien sabidos y enseñados por la “pedagogía colonialista” son los sucesos bárbaros de la dictadura Rosista en Argentina, pero cuando Sarmiento escribía en sus cartas enviadas a Mitre: “Si Sandes (General “nacional”) va, déjelo ir (a derrocar a Chacho Peñaloza en el gobierno Riojano) Si mata, cállese la boca. Son animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué obtenga con tratarlos mejor”. Acto posterior a esto, luego de más tiernas cartas entre nuestros “dos Próceres”, y derrocada la valiente revolución riojana, la cabeza del “Chacho” Peñaloza era cortada y clavada en un poste ubicado en la plaza, para exponer tan bello e ilustre espectáculo (venía por órdenes de Sarmiento y Mitre, obvio que era ilustre) a toda la población Argentina. Ni hablar del fragmento escrito por el Sanjuanino en su celebre libro Facundo dónde decía; “Hay que matar a todos los indios, porque lo único que tienen de humano es el color de su sangre” (Pido disculpas si no transcribí fielmente aunque creo que sí, tengo el libro a unos cuantos pasos y escasas son las ganas de buscarlo)
Los actos de la mazorca de Rosas eran bárbaros claro está, ¿y estos hechos fomentados, y mandados a hacer por el ilustrado Sarmiento y Mitre que son? Decapitar a alguien y a posterior de esto adornar con su cabeza una plaza pública me resulta desagradable y bárbaro, por lo menos a mí, y trate de quién se trate. A muchos historiadores esto no les pareció aberrante y nos inculcaron la boludez de civilización-barbarie, sin hacernos acordar que era la época (y no algunas personas que usaban la divisa punzó), la que se caracterizaba por la atrocidad.
Viendo en la actualidad, los noticieros se han cansado de repetir las aberrantes acciones de Luis D'Elía al golpear a ruralistas cuando copó plaza de mayo con apoyo de sus piqueteros. Pero cuando al ex vicepresidente Daniel Scioli, productores del campo lo agredieron, le tiraron cosas y trataron de golpearlo a él y a sus acompañantes, nuestros gloriosos medios de comunicación titulaban esas imágenes con: “Reclamo de los ruralistas”.
Andar golpeando a gente por contraposición de intereses me resulta degradable mire de donde se lo mire. A muchos periodistas (y personas eso es lo triste) no les pareció así.
Traté con el plano internacional para ver si era sólo en nuestro país que la objetividad era fomentada en teoría y no llevada a cabo en la calificación de los hechos. Y me sorprendí al ver que pese a ser un singular país no estamos solos en esta incongruencia.
Estados Unidos calificó de inconstitucionales las reformas propugnadas por el presidente venezolano Hugo Chávez.
Ahora le atribuye la misma condición a las innovaciones constitucionales propuestas por el ahora depuesto presidente Hondureño Manuel Zelaya, ambas reformas sufrieron este agravio proveniente de Washington ya que posibilitaban la reelección de los mandatarios. Pero si mal no recuerdo, nadie en EEUU ni en ningún medio de comunicación importante abrió la boca tras las modificaciones en la constitución de Colombia que permitió la reelección de Álvaro Uribe, personaje muy amigo de la Casa Blanca y de sus intereses.
¿Acaso las tres reformas no fueron inconstitucionales, o por el contrario, no lo fueron ninguna de las tres?
Por favor, déjenme de joder con la objetividad a la hora de calificar hechos, por lo menos no sean tan cara duras de pedirlo antes que practicarlo.
Falta que ahora me digan que los Estados Unidos, los medios de comunicación, la pedagogía colonialista y los altos estratos de la Sociedad Rural sólo tienen en común esta falta de objetividad.

5 comentarios:

  1. Una vez mas concuerdo con vos. Ni siquiera el cientifico mas ortodoxo es objetivo. Porque con el solo hecho de elegir un objeto de estudio esta dejando de lado a otros y por ende su investigacion desde el comienzo no sera objetiva.
    No es lo mismo lo que estudie un cientifico estadounidense que uno chino, ya que sus situaciones de vida estan marcadas por un contexto y una historia distinta. Somos fruto de lo que la sociedad hizo con nosotros y por eso en ningun ambito podemos ser objetivos como profesaba Comte.
    Podemos intentar aparentar ser objetivos pero jamas lo seremos.
    Y ese intentar ser objetivos fue producto de la "gloriosa". Muchas disciplinas, sea psicologia,filosofia, sociologia, antropologia, teologia quisieron tener la misma aceptacion universal que la fisica, la matematica, la biologia. Y por eso es que se habla tanto de querer ser aceptadas como una ciencia, supuestamente objetiva, y buscan lograr la objetividad nombrada anteriormente. Pero alli es que agrego una critica a las mismas. ¿Para que la necesidad de ser una ciencia y valerse de un metodo cientifico o estadistico, si los propios contenidos tienen que ver con el hombre mismo, unico ser racional y de comportamientos maravillosos? Quienes nos dedicamos a las ciencias sociales tenemos que dejar de lado tratar de ser aceptados por un grupo de individuos que estudian ratoncitos blancos en un laboratorio y preocuparnos mas por mejorar la situacion y la calidad de vida de todos, orientandonos a buscar un futuro mejor. Ja, me fui un poco por las ramas pero esto de los que dicen ser objetivos me exaspera.
    Hasta la propia Mirtha Legrand profesa: "Yo pregunto lo que la gente quiere saber". Les dejo a ustedes sus propias conclusiones sobre esa frase que exalta la objetividad de nuestros medios de comunicacion.

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  2. Siempre es genial ponerme al tanto de tus concepciones, sea leyéndolas aquí, sea dialogando con vos, tus ideas responden siempre a un raciocinio que gradualmente se va perdiendo en esta postmoderna sociedad.
    Coincido plenamente con tu crítica. A mi criterio, la validez de un conocimiento reside en cómo éste mejora el nivel de vida de la población. Sinceramente no me interesa la veracidad, o por el contrario, no le tengo pavor al error.
    Las ciencias sociales se han avocado tanto a tratar de parecerse a esas ciencias exactas que han olvidado que su objeto de estudio es el hombre, sea en su dimensión histórica, geográfica, psíquica, etc. Y cómo correlato de esto han olvidado que sus estudios deben tener como objetivo primordial, al igual que todo conocimiento, mejorar el nivel de vida del hombre.
    Esta suerte de ceguera de la que padece todo saber ha producido que los que quieren alcanzar el saber se procupen sólo de que el fruto sea veraz, o de que al menos no pueda ser objeto de numerosas críticas. Lastimosamente nos hemos trasladado de camino si es que alguna vez transitamos el original. Y nos encontramos en una ruta cuyo fin único es perseguir la verdad, y en desmedro de eso dejamos de perseguir el bienestar de la humanidad. No creo que falte mucho para encontrarnos en una época dónde las benditas ciencias sean capaces de todo, dónde los cietíficos sean plenamente capaces de lograr cualquier cosa que se propongan alcanzar, pero a la par de eso, vamos a estar en una época dónde los avances científicos van a estar al tanto de una pequeña parte de la población, dónde la gente va a seguir muriendo de hambre, dónde los pobres van a ser vada vez más.
    Sinceramente me creo y espero ser un ferviente amante de la ignorancia, no porque no me interese la verdad, si no porque creo que el precio que hoy estamos pagando para conseguirla es demasiado alto.
    Perdónenme científicos, prefiero vivir en una ignorancia donde estemos todos contentos, a presenciar una verdad de la que pocos son parte, y que alegre a más pocos aún.

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  3. Hola!, el problema es que la objetividad es impracticable, pues somos sujetos analizando hechos protagonizados por otros sujetos. No hay objetos en la ecuación. Pero claro, es mi subjetiva opinión.

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  4. Concuerdo plenamente, desterrar indicios de subjetividad en la calificación de hechos protagonizados por sujetos es imposible y raya lo irrisorio, casi tanto como lo irrisorio que es que las "ciencias sociales" se desvivan por lograr "conocimientos cientificos" en vez de lograr conocimientos que ayuden al hombre.

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  5. yo soy de las q estudian ratoncitos blancos, bioquimica particularmente, por lo tanto mi lenguaje es mas escuto q el de ustedes estudiantes de las ciencias sociales pero me dieron ganas de participar.. por un lado creo q mi formacion como profesional es muy completa en ciertos aspectos pero muy pobre a la hora de orientarnos hacia lo q realmente importa, por lo menos para mi,la busqueda de la justicia social, de modo q si en el programa no existen materias como filosofia, sociologia, etica e historia es muy dificil mover a un adolescente a q se interese por propia voluntad y solo quedamos echados a la suerte q aparezca algun profesor con cierto afan.. yo particularmente al iniciar mi carrera queria terminarla con un buen promedio conseguir una beca e irme al exterior a codearme con grandes cientificos rodeada de ratoncitos blancos para sacrificar con algun proposito,igualmente no creo q las investigaciones sean malas, las vacunas son necesarias, pero estan mal enfocadas en eso coincido, los objetivos muchas veces se convierten en meros esfuerzos egoistas por alcanzar el saber, la falta de empatia sobra, y la corrupcion existe lamentablemente en todos lados.. pero bueno solo despues de haber entrado a una ong (impulsada por ideales sembrados por mis viejos)que mis objetivos fueron otros, ya q en esta ong nos codeamos con la realidad de la gente, cansada de solo verla por television e indignarme desde un sillon en mi departamento, ya q es muy facil ser guillermo y echarle la culpa a los amigos imaginarios. La indiferencia nos empapa a todos, entonces mientras se sigan formando profesionales carentes de humanidad queda en manos de cada uno de los videntes, sin subestimarnos unos a otros, trabajar desde el papel q nos toque ya sea de la subjetividad o la supuesta objetividad mostrar a los ciegos el camino del cambio.

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